Un CEO nunca debe decir: “tenĂ©is mi puerta abierta siempre que necesitĂ©is“.

Me recuerda a una frase que me dijo un entrenador de fĂștbol cuando era pequeño: “no esperes nunca el balĂłn, ve a por Ă©l“. Un buen CEO (gerente/director/lĂ­der/...) tiene que mostrar pro-actividad extrema en querer conocer lo que ocurre con su equipo.

Decir “tenĂ©is la puerta abierta“ denota un “aquĂ­ os espero cuando querĂĄis hablar conmigo“, e incluso cierto “yo, en mi trono, paso audiencia cuando venga alguien“.

Baja de las nubes, joven CEO, mójate en el barro, sé uno mås del equipo, entérate de las cosas como un igual, y no porque tengas que escuchar chismes o cotilleos, sino porque eres parte del equipo.

La transparencia y disponibilidad se crean y trabajan desde uno mismo, no se ofrece como beneficio de empresa.