Durante 3 años tuve un trabajo en el que salía de casa a las 6 a.m y regresaba a las 6 p.m.
Lo normal, dirás. Y para mí lo era. Hasta que descubrí cómo se siente vivir la vida.
Levantarse cuando el sol ya salió, comer viendo mi serie favorita y no pasarme 1 hora y media en el tráfico.
Antes, llegaba a casa luego de 12 horas fuera y la rutina era siempre la misma: lavar los tuppers, hacer comida, alistar cosas de la peque, la ropa del día siguiente y empezar otra vez.
En la oficina, pasaba 10 horas en un espacio de 1 metro, gris y frío.
¿Y los fines de semana? Esos eran para lavar ropa, limpiar y hacer súper.
Pero todo cambió cuando empezó la pandemia y me enviaron a trabajar a casa.
¡La vida me cambió tanto! Cuando me sentía frustrada, me iba a recoger mandarinas o guayabas al jardín. Terminaba de trabajar a las 4 p.m y no tenía que pasar horas en el tráfico.
Luego de 3 años en teletrabajo, quisieron que volviera a la oficina. Y simplemente no pude.
Había descubierto cómo se siente vivir de verdad y ya no esoy dispuesta a otra cosa.
Trabajar desde casa es uno de mis “no negociables“.
Así que empecé a hacer lo que sé: escribir, trabajar mi marca personal y vivir la vida.
Y aquí estoy, 7 meses después en el punto más feliz de mi vida. 😍 Libre de tomarme el día si mi hija está enferma o irme de vacaciones sin llevarme la computadora.
👉 ¿Tú también tienes “no negociables“ en el trabajo? ¿Me los cuentas?
PD: Aunque todo fuera gris y frío, siempre traté de darle mi toque personal al escritorio. 😍
#marketingdigital #marcapersonal #LinkedIn #redactorfreelance #redactor #redessociales
Lo normal, dirás. Y para mí lo era. Hasta que descubrí cómo se siente vivir la vida.
Levantarse cuando el sol ya salió, comer viendo mi serie favorita y no pasarme 1 hora y media en el tráfico.
Antes, llegaba a casa luego de 12 horas fuera y la rutina era siempre la misma: lavar los tuppers, hacer comida, alistar cosas de la peque, la ropa del día siguiente y empezar otra vez.
En la oficina, pasaba 10 horas en un espacio de 1 metro, gris y frío.
¿Y los fines de semana? Esos eran para lavar ropa, limpiar y hacer súper.
Pero todo cambió cuando empezó la pandemia y me enviaron a trabajar a casa.
¡La vida me cambió tanto! Cuando me sentía frustrada, me iba a recoger mandarinas o guayabas al jardín. Terminaba de trabajar a las 4 p.m y no tenía que pasar horas en el tráfico.
Luego de 3 años en teletrabajo, quisieron que volviera a la oficina. Y simplemente no pude.
Había descubierto cómo se siente vivir de verdad y ya no esoy dispuesta a otra cosa.
Trabajar desde casa es uno de mis “no negociables“.
Así que empecé a hacer lo que sé: escribir, trabajar mi marca personal y vivir la vida.
Y aquí estoy, 7 meses después en el punto más feliz de mi vida. 😍 Libre de tomarme el día si mi hija está enferma o irme de vacaciones sin llevarme la computadora.
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PD: Aunque todo fuera gris y frío, siempre traté de darle mi toque personal al escritorio. 😍
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